La Fundación Pérez Scremini, que trata a los niños con cáncer, extenderá la edad límite de sus pacientes de 14 a 18 años. Esto se concretará una vez que se terminen las obras de ampliación, que estiman que será en mayo.

El director médico de la Fundación Pérez Scremini, Luis “Ney” Castillo, explicó que en los tratamientos contra el cáncer en adolescentes hay que tener presente el punto de inflexión que implica esta etapa en la vida de una persona: finaliza la etapa escolar, comienza la sexualidad y hay mayor preocupación por la estética, entre otras cosas.

Dijo además que los adolescentes vienen teniendo menor mejora en la tasa de sobrevida que los otros grupos etarios, y que se parecen mucho más a los niños que a los adultos en cuanto al tratamiento contra el cáncer.

“Fue una decisión simplemente burocrática. Alguien decretó hace años que la biología era diferente hasta los 14 años y después de allí es más similar a la de los adultos. Hoy sabemos todos que las enfermedades oncológicas (a esas edades) son mucho más parecidas a las de los niños y sabemos que tenemos que tener un área donde los adolescentes grandes reciban los cuidados específicos para su edad”, explicó Ney Castillo.

Hasta ahora, para atender a adolescentes, la Fundación debía contar con autorizaciones especiales de la Dirección del Hospital Pereira Rossell. Ahora, una vez que finalicen las obras, podrán recibir directamente, sin gestiones especiales, a todos los adolescentes.

Para celebrar esta noticia, y para difundir el Día Internacional de la Lucha Contra el Cáncer Infantil, el 15 de febrero, la Fundación lanzó una campaña bastante novedosa.

Para formar parte de la campaña, hasta el 19 de febrero deben postear una foto en que se vea la palma de la mano con una flecha dibujada hacia arriba y un signo de más. Esto alude al aumento de la edad de atención. En el texto, deben usar el hashtag #TambienAdolescentes y etiquetar a la fundación: @perezscremini.

El objetivo es conectar a quienes se sumen a la campaña con los pacientes dentro de la Fundación, porque al sumarse interactuarán con los pacientes que estarán en la sala de espera hasta el 19 de febrero.

Gracias a una colaboración con el grupo de manejo de redes sociales e inteligencia artificial de la Facultad de Ingeniería, la Fundación Pérez Scremini creó una aplicación que activa sorpresas en la sala de espera a medida que se acumulan las menciones del hashtag: pompas de jabón, piñatas inflables, juegos con reconocimiento facial, serpentina, humo, sonidos divertidos y más son algunas de las sorpresas que se activan cuando se cumple la consigna y hacen que los tiempos de espera sean más divertidos.

Uno de los objetivos del trabajo de la fundación, que quizás no es tan conocido, es preservar la capacidad reproductiva de los niños y adolescentes que se tratan allí. Así lo explicó la doctora Dana Kimelman, encargada del programa que busca proteger y preservar la fertilidad de los pacientes oncológicos menores de 18 años.

Es que la quimioterapia y otros tratamientos oncológicos muchas veces tienen impacto negativo en la futura fertilidad, tanto de las niñas como de los niños.

Kimelman explicó que para las niñas se está desarrollando un proyecto de preservación del tejido ovárico “para que la paciente quizás en el futuro pueda utilizarlo siendo reimplantada o desarrollando técnicas de fecundación in vitro en el laboratorio”.

En el caso de pacientes adolescentes, que ya atravesaron la pubertad, “se puede hacer lo que se llama preservación de óvulos. Esto quiere decir guardar óvulos en el laboratorio para que en un futuro si esa persona no logra el embarazo espontáneamente, pueda hacerlo a través de una fecundación in vitro”, agregó.

Para los pacientes varones, Kimelman señaló que “en la edad pediátrica la tecnología está un poquito menos avanzada. Hay estudios en fase experimental para utilizar técnicas de preservación de tejido testicular. Y en el caso de adolescentes o varones que ya atravesaron la pubertad, se pueden guardar muestras de semen”.

El trabajo de la fundación

La Fundación Pérez Scremini es un centro modelo para el tratamiento del cáncer en niños entre los 0 y los 14 años, que ahora extenderá la edad hasta los 18. Gracias a su trabajo logró alcanzar una tasa de curación del 80%, cifra que está en línea con los países líderes en la materia.

En Uruguay, cada año se diagnostican aproximadamente 120 nuevos casos de cáncer infantil, el 60% de ellos recibe su tratamiento en la Fundación, que atiende a más de 2.000 pacientes en sus diferentes etapas del tratamiento cada año.

¿Quiénes se pueden atender allí?

Todos los pacientes de ASSE. Hay pacientes de mutualistas que se pasan a salud pública para atenderse en la Fundación al ser diagnosticados.

¿Cómo se financia?

Tienen una partida fija de ASSE que financia el 45% de su presupuesto operativo. Todos los años deben conseguir 2 millones y medio de dólares para funcionar. Reciben donaciones por teléfono, tarjetas, empresas, eventos, rifas, herencias.

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