El Instituto de Historia de la FADU se expresó en una carta luego de que, a pedido de la ANEP, el artista José Gallino pintara un mural de Antonio Grompone en la sede del Instituto de Profesores Artigas.
El Instituto de Historia de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU) de la Universidad de la República manifestó en una carta su preocupación por «una serie de intervenciones que desde hace un tiempo afectan el espacio urbano montevideano”.
Como informó La Diaria este lunes, la inquietud se debe a los murales del artista José Gallino, “que intentan homenajear a algunas figuras de la cultura uruguaya con un criterio que combina el impacto de la escala con la apelación a la mímesis y el efecto ilusorio asociado a ella”.
Gallino ha pintado varios murales en el país, pero la mayoría de ellos se concentra en Montevideo. En la capital se pueden ver homenajes al protagonista de la serie Breaking Bad, Walter White, a Eduardo Galeano, Luis Suárez, Washington Tabárez, Carlos Páez Vilaró, «China» Zorrilla, Ida Vitale y Alfredo Zitarrosa, entre otras figuras.
El instituto de la FADU describe la obra del muralista como “una serie expansiva que poco a poco ha tomado una cantidad de planos, en el intento de animar y colmar los muros blancos”. Sin embargo, señaló que no toda edificación puede ser usada para plasmar el arte sin tener en cuenta las cualidades propias de la construcción y cómo fue concebida por el creador, según informó La Diaria.
El caso más reciente de ello, según el Instituto de Historia de la FADU, es el retrato del escritor Antonio Grompone que Gallino hizo en la sede del Instituto de Profesores de Artigas, donde antes funcionaba la Universidad de Mujeres.
El mural fue realizado a pedido de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP). “El asunto es gravísimo, más aún porque proviene de la autoridad”, afirmó la casa de estudios.
“Y lo es no solo por su resultado sino por su debilidad teórica: denota el desconocimiento absoluto de los valores de este edificio singular y la incomprensión de los criterios proyectuales que presiden toda obra de arquitectura», apuntó.
La carta agrega que el mural solicitado por la ANEP ocupa la fachada del edificio «e impone allí su propio criterio compositivo, cromático y escalar, ante una trama arquitectónica que es ignorada y violentada por completo».
«Por otra parte, se realiza sin atender la figura de Bien de Interés Departamental asignada en 1995 al inmueble, lo que exige otros procedimientos”. Por ello, el Instituto de Historia pidió a las autoridades de la ANEP que «reconsideren su iniciativa y se sumen a la labor colectiva que implica preservar el patrimonio nacional”.