Esto también supone que las obras se hagan en más de tres barrios, tal como también se había establecido en un inicio.
La reunión comenzó con un clima distendido, como a veces pasa con aquellos encuentros en los que se tratarán temas de importancia. Laura Raffo -presidenta de la Departamental de Montevideo del Partido Nacional- comentaba con Guillermo Moncecchi -director de Desarrollo Ambiental de la comuna capitalina- y otros técnicos y dirigentes tanto de la coalición de gobierno como del Frente Amplio las sorpresivas temperaturas de este otoño y la inmadurez de algunos adolescentes.
El tema en que entraron luego, en una sala del último piso de la Junta Departamental, fue todo menos banal: la negociación -que ya está entrando en su etapa final- en torno al préstamo millonario del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para obras de limpieza y saneamiento, y un planteo específico que presentó la oposición como condición a dar el voto necesario, ya que se requieren mayorías especiales que el oficialismo no tiene.
Entre otras consideraciones, la coalición multicolor propuso que los vecinos beneficiados por las obras de saneamiento suban de 2.000 -lo previsto en el proyecto original- a cerca de 20.000. Lo cual también supone que las obras se hagan en más de tres barrios, tal como también se había establecido en un inicio, según señalaron a El País participantes del encuentro.
La propuesta de la coalición no es otra cosa que una traducción de lo que ha insistido en estos meses de negociación -y que generó que la Junta Departamental tuviera que votar una prórroga en febrero, que vence este 25 de abril-: invertir más dinero en saneamiento, y no tanto en compra de bienes fungibles como camiones y contenedores.
El monto básico del préstamo es de US$ 70 millones, que hoy se divide en US$ 47,4 millones para un nuevo plan de limpieza y en US$ 22,6 millones destinados a obras de saneamiento, pero a esto hay que agregarle una contrapartida de la Intendencia de Montevideo (IMM) de US$ 12,5 millones que exige el BID, más otros US$ 12 millones que la gestión de Carolina Cosse propuso a principio de febrero para contemplar algunas exigencias de la oposición.
Ahora, la coalición pide elevar esta última contrapartida “a más del doble”, junto con “mecanismos de financiación” también presentados en detalle para solventar su exigencia, agregaron las fuentes.
Como respuesta, los representantes de la IMM pidieron tiempo para analizarlo y volverse a reunir mañana para hacer una devolución.
El escenario
La escena política es compleja porque, por más que haya un acuerdo en lo técnico y en la pretensiones de los socios de la oposición, hay varios ediles -sobre todo del Partido Nacional– que hoy no están afín a dar su voto para que Cosse lleve adelante las obras.
Algunos, de hecho, consideran que, incluso con cambios, este préstamo es “invotable”, luego de una serie de desencuentros con el oficialismo, como por ejemplo la negativa del FA a dar su apoyo para conformar una comisión investigadora por las donaciones que hizo la comuna de mochilas y camisetas a la coalición de izquierda, descubierta días atrás.
“El mensaje que da el FA al negar la investigadora nos hace no poder confiar”, había advertido, por ejemplo, el edil blanco Fabián Fravetti. “El malestar por el ocultamiento y el rechazo es muy grande y hoy va a marcar un hecho complejo a la hora de seguir negociando este préstamo”, dijo también este edil hace uno días.
Otros señalaron que el voto que consiguió el intendente de Canelones, Yamandú Orsi, con el edil blanco Juan López que le permitió aprobar un fideicomiso por US$ 44 millones, tiene un “impacto” que se suma a las desventajas de apoyar el préstamo del organismo multilateral. “¿Cómo se lo explicamos a la barra?”, se preguntó en ese sentido otro dirigente nacionalista.
Fuente: El Pais