El floridense, al que las lesiones lo han tenido a maltraer, es el jugador más costoso del plantel y puede ser, también, el más desequilibrante.
Siempre que el periodista de Ovación pregunta por Brian Ocampo, las respuestas son todas positivas respecto a su calidad como jugador. Eso es indudable. No en vano pasan los entrenadores, y no hay uno que deje de destacar sus condiciones técnicas y sus atributos como futbolista profesional.
Sin embargo, en los últimos tiempos no ha podido destacarse. Algunas lesiones, rendimientos irregulares y, en ocasiones, falta de confianza del técnico de turno, explican -en parte- lo que viene sucediendo con el floridense que explotó en aquella Copa Libertadores Sub 20 que Nacional ganó en el Estadio Centenario en el 2018 y que luego debutó en Primera de la mano de Alexander Medina en julio del mismo año por la Copa Sudamericana contra Sol de América.
Desde que debutó en Nacional, Brian Ocampo lleva jugados 106 partidos oficiales (53 triunfos, 30 empates, 23 derrotas), con 64 titularidades y 10 goles según los datos oficiales de la web oficial La Atilio.
¿Por qué vuelve a estar sobre el tapete? Porque viene de anotar un golazo sobre la hora contra River Plate (1-1) con una típica jugada de él, encarando de izquierda al medio para quedar con el perfil para rematar con la derecha, su pierna más hábil.
Ese es el momento en el que todos recuerdan lo gran jugador que es. Puede deambular por la cancha, pero se le prende la lamparita de la magia en un instante y es capaz de hacer un gol del calibre del que le marcó a los Darseneros el domingo.
Es un jugador diferente. El de mayor valor que tiene Nacional actualmente según la página estadística Transfermarkt, por encima de la ficha de Juan Ignacio Ramírez y de Sergio Rochet.
En este temporada 2022, Ocampo empezó como titular en los primeros tres partidos (Depor, Rentistas, Liverpool) pero contra los negriazules sufrió una distensión muscular y quedó al margen del clásico. Volvió contra City Torque, entró a los 62’, pero en tiempo de adición tuvo que ser sustituido. Se perdió los encuentros frente a Wanderers y Plaza y entró desde el banco ante Bragantino (22’), Boston River (24’), Estudiantes (17’) y River Plate (45’).
¿Está para ser titular el viernes ante Cerro Largo? Ya jugó medio tiempo el domingo, hizo un gol y se mostró bien, por lo que todo hace indicar que sí (por Alfonso Trezza). “Ocampo está bien y cada vez mejor. Estamos haciendo una evaluación constante. Fue importantísimo contra River, entró y nos dio el empate, nos dio cosas importantes en el partido”, dijo el DT en Último al Arco (Sport 890).
Ocampo necesita confianza, necesita el respaldo del DT, sentirse importante para el equipo. Cuando sucedió, por ejemplo, en el primer semestre del 2021, se vio quizás la mejor versión del extremo, lo que le permitió ser parte del plantel de la selección uruguaya que viajó a la Copa América.
En ese entonces, con Jorge Giordano, el interinato de Martín Ligüera (cuando el tricolor fue campeón del Uruguayo) y en el inicio del ciclo de Alejandro Cappuccio, a Ocampo se lo notaba con confianza, era el dueño de las pelotas quietas, al punto que puso varias asistencias de tiros de esquina o tiros libres (cuando se quedaba con Álvaro Recoba a practicar después de las prácticas), y fue la figura del equipo tricolor. Si las lesiones se lo permiten, hay que darle cancha, minutos, que se muestre, que los resultados estarán al final de la temporada.