«Necesitamos parar esta guerra civil sin sentido», dijo el artista colombiano.
Un nuevo documental sobre J Balvin se propuso explorar el ascenso a la fama mundial de un joven de Medellín. Pero con las protestas en Colombia de telón de fondo, se tornó en una meditación sobre la responsabilidad social de los artistas.
Filmado en 2019 y difundido este viernes -cuando Balvin cumple 36- «The Boy from Medellin» ofrece a los televidentes una chance de seguir a la superestrella del reguetón mientras se prepara para un gran concierto en su ciudad natal que cerró ese año su gira internacional, que incluyó un exitoso show en el escenario principal del festival de Coachella.
Pero en la semana anterior al concierto con entradas agotadas, Colombia se hundió en un trágico caos, con la muerte de un adolescente a raíz de la violencia policial contra manifestantes que criticaban las duras políticas del presidente Iván Duque.
Las manifestaciones amenazaban con ensombrecer o incluso suspender la gran noche de Balvin. Gran parte del documental del director Matthew Heineman se centra en los dilemas internos del cantante mientras se enfrenta a presiones para hablar sobre los problemas sociopolíticos de su país, y a críticas por su reticencia a hacerlo.
Nacido como José Álvaro Osorio Balvin en una familia de clase media de Medellín, el artista centra su marca en un orgullo inclusivo en la cultura y el lenguaje de Latinoamérica que lo llevó a la fama.
El ganador del Grammy Latino ayudó a cimentar la reputación del reguetón -una amalgama de ritmos puertorriqueños y de influencia del hip hop inmensamente popular- como una fuerza vital en el pop a través de las Américas y el mundo.
En el documental dice esperar que su arte ayude a superar los estereotipos de Colombia como un bastión de la violencia de la droga y lleve a los fans a mirar más allá de la guerra de más de medio siglo entre las guerrillas, los paramilitares y las fuerzas del gobierno.
«Nuestro trabajo es entretener», dice a un periodista local, en uno de los momentos que junto a su silencio sobre las protestas genera críticas y lo empujan a encontrar su voz política.
– «Paren esta guerra civil sin sentido» –
Finalmente habla del tema en el concierto a instancias de su manager Scooter Braun. El magnate de la música es productor ejecutivo de la película, y conocido por sus peleas públicas con Taylor Swift, otra artista que durante mucho tiempo se mantuvo apolítica por miedo a alienar a sus fans.
«Cuando quería ser artista no postulé a político», dijo Balvin a periodistas en una conferencia antes de la difusión del filme.
«Pero luego empiezas a darte cuenta de que tienes una voz más poderosa que la de los políticos».
«Si hablas, es malo. Si no hablas, es malo también. Así que al menos lo intentas».
El filme, que puede verse en Amazon Prime, también se enfoca en los problemas de salud mental de Balvin, que alimentan su ansiedad sobre las presiones de su posición como figura pública.
«Puede haber mucha gente sufriendo que ni siquiera sabe lo que tiene», dijo a periodistas al explicar su decisión de hablar sobre sus años de lucha contra la depresión y la ansiedad.
«Si les puedo dar un poco de luz en la oscuridad, ¿por qué no?».
La difusión del documental este viernes llega en momentos en que Colombia sufre otro periodo de disturbios. Miles de manifestantes que marchan hace días en protestas callejeras ampliamente pacíficas contra las políticas de salud, educación y desigualdad de Duque se han enfrentado a una violencia letal.
Según cifras oficiales, han muerto al menos 24 personas -más según oenegés- mientras las fuerza de seguridad intentan controlar a los manifestantes. Los líderes de las marchas denuncian la violencia como exorbitante.
Esta vez Balvin fue más rápido en reaccionar. «Necesitamos paz y amor, se perdió el control de la situación. Esto es de derechos humanos», dijo esta semana.
«@ivanduquemarquez paremos esta guerra civil. Todos mis colegas y superestrellas (artistas, deportistas, etc) por favor ayúdenme y ayúdennos a difundir el mensaje», escribió en un mensaje en Instagram mitad en inglés, mitad en español.
«Necesitamos parar esta guerra civil sin sentido».
AFP